Teniendo en cuenta que actualmente ninguna solución alternativa para producir energía es perfecta, la sociedad debe adaptarse a la necesidad imperativa de limitar nuestro consumo energético personal. Sin embargo, a título individual, el creciente radio de actividad que caracteriza la vida moderna y la necesidad de soluciones confortables y orientadas al usuario hace difícil el dejar de contemplar el automóvil como un elemento de uso diario.
Con el fin de abordar esta disyuntiva, el IBV ha generado un nuevo concepto de vehículo urbano de peso reducido orientado a las necesidades y preferencias del usuario. Este concept car tiene en cuenta especialmente a los usuarios de edad avanzada y dentro de un diseño universal, ya que son un colectivo de especial interés y el segmento con un crecimiento más rápido en los países occidentales.
Para generar el nuevo concepto, ha sido necesario conocer las necesidades reales de los usuarios y definir las características del vehículo (espacio, dimensiones funcionales, formas de interacción, usabilidad, coste y diseño) que se adapten a las mismas.
Finalmente, este nuevo concepto de vehículo se ha desarrollado utilizando las técnicas más novedosas de ingeniería emocional para conseguir diseñar un producto final que refleje las preferencias, hábitos de uso, necesidades y expectativas de los usuarios finales.